lunes, 3 de abril de 2017

The 1975 en Teatro Vorterix

Foto: Ivan Pinto

La banda británica se presentó por primera vez en Argentina el pasado miércoles 29 de marzo para brindar un show a puro ritmo antes de su actuación en el Lollapalooza 2017.


Pasadas las 21, las luces del Teatro Vorterix se apagan y la multitud tapa el sonido con los gritos. Es que les prometieron un show para septiembre del año pasado y tuvieron que esperar seis meses más para por fin tener The 1975 en Argentina.

El grupo integrado por Matty Healy, George Daniel, Adam Hann y Ross MacDonald sale al escenario con los últimos acordes de la intro “The 1975” y comienzan a tocar “Love Me”, el hit de su más reciente trabajo “I Like It When You Sleep, for You Are So Beautiful Yet So Unaware of It. La marea adolescente estalla al unísono y hasta resulta difícil oír al líder de la banda.

Foto: Ivan Pinto

Foto: Ivan Pinto

Foto: Ivan Pinto


Sin dar respiro continúan con “Ugh!”, y al finalizar la canción el cantante interactúa por primera vez con el público. “Tranquilos” dice en un español raro, y les pide que den dos pasos hacia atrás, orden que acatan de inmediato y por primera vez la masa de gente se dispersa, aunque sea por unos minutos.

Mientras el líder de la banda fuma un cigarrillo, “A Change Of Heart” logra serenar a las más de 1.000 personas que asistieron al show, y a continuación suena “Robbers”, tal vez la más esperada por los seguidores ya que la cantan a gritos, y resulta cada vez más difícil escuchar a la banda.

Las luces vuelven a apagarse y la pantalla se ilumina con los colores del arcoíris titilando, el público reconoce la siguiente canción de inmediato y corea al ritmo de “Loving Someone”, Matty se toma su tiempo para desatar una bandera LGBT+ arrojada al escenario y la estira delante de él para aumentar el delirio de los fans. Luego se la coloca sobre la cabeza y baila cómplice del ritmo marcado por su viejo compañero George Daniel en la batería.

A pesar de la poca capacidad del lugar, el público se las ingenia para bailar y saltar al ritmo de “She’s American”. Luego llega la calma cuando Healy pide que durante “Me” que dejen de tomar fotos y grabar videos con los celulares. Nuevamente, sus seguidores acatan la orden del frontman y el ambiente se vuelve íntimo y emotivo.

Foto: Ivan Pinto

Foto: Ivan Pinto

Las cámaras vuelven a encenderse de inmediato ya que es el turno de “Fallingforyou” y nadie quiere perderse de tener un recuerdo personal de ese momento. Las luces azules y rosas marcan el inicio del siguiente hit, “Somebody Else”, que el público corea sin parar. A esta altura ya no importa que el micrófono suene bajo, Healy se encarga de arengar el show con sus particulares pasos de baile.

Foto: Ivan Pinto

“Paris” vuelve a instalar la calma, momentánea, hasta que el cuarteto británico da inicio a “Girls” uno de los hits de su primer álbum homónimo. Como si eso fuese poco, lo mejor de la noche está por venir. Las luces se prenden y apagan al ritmo de “Sex” y el público vuelve a estallar con el doble de energía, a pesar de estar llegando al final.

Después de tal sobredosis de adrenalina, la banda de Manchester abandona el escenario durante unos minutos para luego regresar y el clima cambia por completo. “If I Believe You” calma las aguas y crea una atmósfera casi celestial con los solos del saxofonista John Waugh.

Sobre el final, los fanáticos adivinan la canción que los llevó a la fama y aplauden y cantan al ritmo de “Chocolate” para luego volver a mezclarse entre saltos y gritos. Solo resta una canción para que acabe la tan esperada presentación. El inicio de “The Sound” marca la última gran ola de locura y esta vez Matty se vuelve cómplice de la multitud y le pide a su gente que salte al ritmo del solo de guitarra de Adam Hann. Aplausos y gritos copan el teatro mientras la noche llega a su fin y la pantalla se apaga como un viejo televisor.


Publicado por Macarena Varela





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