miércoles, 26 de octubre de 2016

Personal Fest 2016: The Kooks como en su casa

La Gaceta / Martín Soto

The Kooks cerró su cuarta visita a la Argentina como uno de los platos fuertes de la nueva edición del Personal Fest 2016.

En entrevistas previas al gran cierre del festival, Luke Pritchard confesó que se sintieron “locales” desde la primera vez que tocaron en Argentina, allá por el 2009, en La Trastienda, el lugar había quedado chico, y luego cuando llenaron el Luna Park en 2012.

Parece que el sentimiento es mutuo, porque el año pasado volvieron para presentarse en el Lollapalooza ante una multitud, y también brindaron un show íntimo en La Rural. Este año no fue la excepción. Tras tocar el viernes 21 en Niceto, como parte del sideshow del Personal Fest, el domingo 23 fue el broche de oro para los británicos, quienes prometieron volver el año que viene con material nuevo.

Minutos después de las 20.30, el cuarteto apareció en el escenario Huawei para deleitar con su indie rock a la multitud de fanáticos, jóvenes en su mayoría, quienes corearon y saltaron al ritmo de cada tema. Con un set variado que incluyó clásicos como Taking Pictures Of You, y nuevos hits como Around Town y Westside, la banda hizo un repaso por lo mejor de su discografía. Ooh La, She moves in her own way, Bad habit, Always Where I Need To Be y Forgive & forget fueron algunos de los más entonados por el público, que sigue fiel a la banda en cada uno de sus regresos.

Entre temas, Luke agradeció el afecto de los fanáticos y se animó a decir algunas palabras en español para ganarse aún más su cariño. "Hola", "dulce de leche" y "fuego", soltó además de “Gracias” cada vez que el público coreaba “Olé, olé, olé, The Kooks”.

Tanto es el cariño y la cercanía entre la banda y sus seguidores que antes de que Luke se parara en el medio del escenario con la guitarra acústica para tocar Seaside, el público comenzó a pedir por Rosie, uno de los clásicos más queridos por los fanáticos, y el frontman intentó complacer a su audiencia, aunque se detuvo y confesó que ya no se acuerda algunas viejas canciones. El set acústico continuó con See the sun y Tick of time.

Durante casi dos horas de show, hubo tiempo para todo. Incluso para aclamar a Alexis Núñez quien saludó desde la batería, o presenciar la pequeña discusión entre el bajista Peter Denton y Pritchard, en medio del escenario, cuando no se ponían de acuerdo sobre una nota. “Diez malditos años” bromeó Luke ante la audiencia antes de proseguir con el espectáculo, y los teclados y la guitarra de Hugh Harris, volvieron a sonar para darle ritmo a la noche del domingo.


Luego de un descanso, el cuarteto regresó a escena para el cierre. El público se sumó con mayor fuerza para corear Junk of the heart (Happy) y Naive. Dos de los clásicos más esperados por los seguidores. Chicas subidas a los hombros, brazos extendidos en el aire, pulseras con luces que regalaban en la entrada del festival, un coro de voces y mucha alegría del público juvenil para reafirmar que The Kooks en Argentina juegan de locales.


Publicado por Macarena Varela


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