lunes, 21 de marzo de 2016

Die Antwoord cerró el Perry's Stage a pura adrenalina

Foto: Lollapalooza Argentina - Facebook oficial

Pasadas las 22, comenzaba a lloviznar en el Hipódromo de San Isidro y el dúo sudafricano compuesto por Ninja y Yolandi Visser se subía al "Perry's Stage", del Lollapalooza para hacer vibrar a miles de personas.

El miércoles pasado, el grupo se presentó por primera vez en Argentina, enloqueciendo a todos con su sideshow en La Rural, y el sábado no dudaron en repetir esa locura. 

De la mano de DJ Hi-Tek, comenzó a sonar la oscura intro "DJ Hi-Tek Rulez", seguida por la aparición en el escenario del desquiciado Ninja y su excéntrica compañera de equipo Yolandi Visser, vestidos de naranja fluorescente, para interpretar "Fok Julle Naaiers" y "Wat kyk jy?", desatando la euforia de los miles de fanáticos que se amontonaron frente a ellos.

Foto: Santiago Filipuzzi para La Nación
"Hola motherfuckers" gritó Ninja y, por sorpresa, desde la altísima pasarela saltó directamente al público, y el delirio de la audiencia no tardó en explotar. La cantidad de gente que sacaban por encima de la valla era impresionante. Salían de a 10 personas por minuto, hombres y mujeres por igual, muchas chicas desmayadas. 

Y aun así, nada iba a hacer que la gente se calmara. Mucho menos al escuchar el comienzo de "Fatty Boom Boom", seguida de "Girl I Want 2 Eat U" y "Banana Brain". Un mar de manos y cabezas moviéndose de un lado a otro en un campo en el que no había lugar para absolutamente nada y con los músicos alentando desde el escenario para que cada vez se desate más el descontrol que no tendría fin hasta terminado el show. 

Foto: Lollapalooza Argentina - Facebook oficial
El dúo no paró un segundo de saltar de un lado a otro del escenario. Al ritmo de ese rap / hip hop electrónico, la química del grupo es notable y nos hace dudar si la actuación está planeada porque el entendimiento, la reciprocidad, la energía escénica que hay entre ellos es absoluta. No sorprende que hayan sido parte de los artistas más esperados del festival aun cuando tocaron en simultáneo con los headliners, Florence + The Machine. 

Comenzó a sonar "Dont Fuk Me", la intro que nos hacía saber que vendría "Ugly Boy", aquella canción que hace no más de 2 años los llevó a la fama mundial gracias a su video repleto de celebridades, entre ellas, Marilyn Manson, quien invitó poco después a Ninja a tocar junto a él y Johnny Depp en un evento en Halloween 2014 en el Roxy de Los Ángeles. Yolandi volvió al escenario con un infartante minishort rojo y su cortísima remera con la inscripción "ZEF" (movimiento que mezcla distintas culturas y con el que ellos se identifican) para cantar la intro de la canción, acompañada de Ninja con una remera que llevaba el nombre del tema que interpretaban. Finalizando la canción y como es su costumbre el provocar constantemente, Yolandi le bajó los pantalones a Ninja al grito agudo de "Sexy Boy", mientras las pantallas mostraban imágenes entre graciosas y rozando lo pornográfico. La provocación es claramente la esencia de Die Antwoord, y la respuesta del público es siempre una ovación abrumadora ("Die Antwoord en afrikáans y también en holandés significa justamente, "la respuesta" y eso es lo que generan siempre; nunca un silencio).

Durante la hora y cuarto de show, el dúo hizo un repaso por sus tres discos, $O$, Ten$sion y el más reciente Donker Mag. "Raging Zef Boner" fue la siguiente canción después de la aclamada "Ugly Boy", que no hizo más que preparar la incendiaria continuación del setlist con "Cookie Thumper!" y una de las más esperadas, "Pitbull Terrier", con Ninja vistiendo su máscara de pitbull sediento de sangre.

Siguieron "Sex" y otro clásico de los más festejados, "Baby's on Fire". Empezaba a llover cada vez más fuerte, algo que convertiría la presentación en un show épico cuando el diluvio se desprendió al ritmo de la más bailada, saltada y agitada "I Fink U Freeky"... "Jump motherfucker, jump motherfucker, Jump!" rapeaba Ninja y el público deliraba una vez más. Empujones, apretones, cuando levantabas la mano por ahí te encontrabas con alguien volando por los aires, cayendo en tu brazo y aterrizando del otro lado de la valla. Así se vivía el cierre del Perry's Stage. A pura adrenalina.

Foto: Lollapalooza Argentina - Facebook oficial
Tras ese momento, por si quedaban dudas de que la locura no tendría fin hasta terminado el show, siguieron "Happy Go Sucky Fucky" y "Never Le Nkemise 2", con Ninja vistiendo la camiseta argentina, y saltando una vez más sobre los miles de espectadores mientras seguía cantando. El dato anecdótico: interrumpió sus versos en el medio del mosh al grito de "my shoe, my shoe". Había perdido su zapatilla en el amontonamiento. Volvió al escenario con un pie descalzo y al poco tiempo le alcanzaron la zapatilla perdida. La agarró, la miró, y sin dudarlo la tiró como regalo a ese público tan desquiciado como él. Y, cautivado por la ovación, se sacó la otra zapatilla, se sacó las medias, y regaló todo a la gente que empapada y extasiada no paraba de corear su nombre. 

Para cerrar, Yolandi y Ninja salieron una vez más al escenario vestidos de blanco y negro, para interpretar su gran clásico "Enter The Ninja". El rapero, que evidentemente no sabe calmarse un minuto, bajó una vez más del escenario y recorrió todo el ancho de la valla sin dejar una mano sin tocar. Todos coreaban sus nombres, todos aplaudían, todo era una verdadera fiesta.

Un cierre épico de estos sudáfricanos que hacen rap, hacen hip hop electrónico, pero que viven e incitan a vivir su show como un auténtico concierto de rock


Publicado por Celeste Parrella


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